Shadow Fall {Normal} {Completamente nuevo}

Corría el año 1997, la mitad del curso se hacía presente, y la desolación, se palpaba en cada pasillo de aquel castillo medieval. La incertidumbre recorría cada recoveco de las almas de cada alumno. La desolación acechaba el corazón de la pelirroja de los Weasley, la hija pequeña y la más querida. Sufría la ausencia de su hermano y del mejor amigo de éste, al igual que el abandono de la que creía, que era su mejor amiga. Hermione Granger.

Los mortífagos se habían adueñado de la totalidad del castillo empedrado, o… Mejor dicho, la cárcel en la que se había convertido ahora la escuela, a manos de los hermanos Carrow. Los alumnos, obligados a los toques de queda constantes, se ocultaron en aquella sala que no podía captar cualquier ojo, la Sala de los Menesteres era ahora su refugio. Las serpientes de la casa Slytherin, se aprovechaban de la situación para torturar a los nacidos de muggles que residían en la escuela, atormentados, esperaron el regreso de Harry y sus dos amigos, quienes estaban fuera, buscando cada pedazo del alma de Voldemort, los cuales, debían destruir. La perseverancia de los compañeros, era la única esperanza con la que el mundo mágico contaba.

Uno de esos pedazos, en forma de colgante, estaba en manos de Ronald Weasley, los amigos sabían que era demasiado poderoso como para que uno de ellos fuera el guardián definitivo, por eso, decidieron que lo mejor era que debían turnárselo. Ron, corrupto por el Horrocrux, creyó que Harry y Hermione tenían algo, algo había entre ellos, y aunque no tuviera pruebas… Estaba completamente convencido.

Casi sin explicación, Ron abandonó a sus dos amigos. Estaba demasiado dolido y la situación se hacía insoportable para él. Ni Harry ni Hermione supieron que camino había escogido, tampoco si regresaría pronto. Por su parte, Potter cargó todas las culpas de la marcha de su mejor amigo sobre la chica, pues creía que el pelirrojo se había marchado por su culpa, porque siempre estaba recriminándole que era torpe y un inútil. Por su parte, Hermione se sentía profundamente triste y cuando intentaba encontrar un apoyo en Harry no terminaba de hallarlo.

La joven leona no tenía muy claro lo que le ocurría, se encontraba en un mar de sentimientos confusos y descontrolados, por una parte, la partida de Ron le había afectado, pero el no poder encontrar el apoyo en Harry, le atormentaba todavía más… ¿Qué era lo que le dolía tanto? ¿La marcha de su amigo o la inesperada indiferencia de Harry? Pasaron los meses, y poco a poco sus pensamientos dispersos se fueron entrelazando, uniendo fragmentos que, en su corazón, nunca pensó encontrar.

El regreso de Ron ha dejado de importarle. Su deseo más fuerte ahora es recuperar la armonía con el moreno y volver a estar tan unidos como antes o más, mucho más.
Por otro lado, en el castillo también surgen sentimientos reencontrados, mientras Ginny Weasley, impaciente, espera la llegada de su hermano, es Dean Thomas quien trata de aprovecharse de ese momento de debilidad de la pelirroja para intentar conquistarla de nuevo, sin embargo, ella no parece darse cuenta de ese hecho, y entre las sombras que caen sobre Hogwarts, espera con impaciencia, como el resto, la llegada del Trío Dorado.

Ni siquiera el lado más oscuro del alumnado se salva de las intrigas del corazón. Draco Malfoy y Astoria Greengrass acaban de conocer su destino como futuro matrimonio de conveniencia. No es que el rubio no crea que su compañera de casa le falte belleza, pero encuentra más divertido intentar conquistar a las amigas de Harry Potter, por el simple hecho de darle donde más le duele. No obstante, a Pansy Parkinson no le ha sentado nada bien la noticia de que su admirado prefecto ya tenga decidido el destino matrimonial y se envenena cada vez que ve que los prometidos se cruzan por los pasillos. La muchacha de último curso se ha propuesto hacerle la vida un poco imposible a Astoria.
Incluso los más despistados han recibido las flechas de cupido. Neville se ha convertido en todo un hombre, nada tiene que ver con aquel muchacho torpe, despistado y olvidadizo, centro de todas las burlas. Ahora es uno de los líderes en la ausencia de Harry. Y, aunque todavía no lo ha reconocido, cada vez que ve a Luna siente que una mano invisible le aprieta fuertemente el estómago y se lo retuerce.
Todavía ajena a todo esto, Luna pasa incontables horas a su lado, esperando la llegada de aquellos tres que tienen en sus manos el destino del mundo mágico.

Como seguramente habrás podido comprobar, en Hogwarts las cosas no marchan a pedir de boca. Los amigos siguen de viaje, Ron continua en paradero desconocido, mientras Hermione intenta arreglar las cosas con Harry, y éste, por su parte, se encuentra confuso por los sentimientos que ha descubierto hacia su compañera. Los Horrocrux siguen desperdigados, mientras Severus Snape y los mortífagos se hacen cargo del castillo.

¿Qué nuevas estrategias habrá pensado el joven Draco Malfoy para dañar a Harry Potter? ¿Regresará Ron con sus amigos? ¿Dónde se encontrará? ¿Qué intentará hacer Pansy Parkinson ahora que se ha enterado del compromiso de su ídolo? ¿Hermione será capaz de aclarar sus dudas y conseguirá unirse aún más a Potter? ¿Encontrarán los Horrocrux? ¿Qué pasará entre Neville y Luna, la joven de Ravenclaw será capaz de darse cuenta de los sentimientos de Neville? ¿Qué sucederá con Ginny Weasley? Sólo tú podrás respondernos a todas estas cuestiones… Y recuerda, por mucho que las sombras caigan sobre ti, al final, hallarás la luz…