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Samuel J. Lawliet {ID}
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Samuel J. Lawliet {ID}
Samuel J. Lawliet
Esto...yo...hum...*se sonroja*
Nombre: Samuel Jeremy Lawliet Edad: 19 años Apodos: Sam, o Sammy, si hay mucha confianza Grupo/Fraternidad: Nadmean Nacionalidad: Británico Nivel economico: Medio Lugar de nacimiento: Londres, Inglaterra Fecha de nacimiento: 17 de noviembre Ocupación actual: Bellas Artes |
Descripción física
Altura:
1,79
Peso:
74 kg
Complexión:
Delgada
Color y tipo de piel:
Piel blanca y pálida
Color de ojos:
Verdes
Color y estilo de pelo:
Color castaño oscuro, lo lleva corto
Marcas distintivas:
Ninguna a mencionar
Descripción general:
- Spoiler:
Descripción psicológica
La palabra que mejor definiría al chico es dócil. No es un chico rebelde que pasa de todo ni nada de eso, sino todo lo contrario.¿Rebeldía? Esa palabra no entra dentro del vocabulario del muchacho, a quien siempre le ha gustado estar dentro de unas normas y seguir éstas. Le hacen sentirse seguro, puesto que piensa que si hay unas normas y él las respeta y las cumple, nada malo le puede pasar. por ello, y en ese afán por sentirse seguro, siempre cumplirá las normas que se le impongan, sean cuales sean, porque éstas siempre tienen un carácter benigno, o al menos eso es lo que él piensa. Además de las normas, también le gusta seguir órdenes, puesto que eso significa que alguien confía lo suficiente en él como para confiarle la tarea que le ha encomendado, y la cumplirá lo mejor que pueda, puesto que le gusta saber que ha hecho algún bien cumpliendo esa orden que se le ha dado. Le gusta saber que con ello se ha ganado la aprobación del que le ha mandado algo, porque es bien cierto que le pierde la aprobación de los demás. Con esa aprobación se vería como alguien que ha servido para algo, que ha sido útil, cosa que él no se considera para nada.
No es el chico más popular del mundo, de hecho, puede que sea el menos popular. Sus interacciones con las personas siempre han sido más que escasas, así que no tiene demasiada experiencia en eso de hablar con la gente. Por ello, no se le da nada bien hablar con ellos. Al no haberlo hecho nunca, se pone nervioso cuando tiene que hablar con alguien, porque no sabe como va a acabar todo. Es bastante cortado en cuanto a hablar con la gente se refiere: en seguida se pone nervioso y un rubor cubre sus mejillas a nada que haga. se puede decir que es un chico bastante tímido. No sabe como comportase con la gente, por lo que se ha vuelto un chico bastante solitario: le gusta estar solo con sus pensamientos, puesto que su compañía es la única que no lo hace ponerse sumamente nervioso. se siente tranquilo y sereno, sentimientos que no se dan cuando está rodeado de mas gente, cuando se pone tan nervioso que no puede hacer otra cosa que ponerse a balbucear incoherencias, o aun peor, ponerse a decir tonterías de una forma muy rápida, casi sin respirar, solo por llenar los incómodos silencios que seguramente se harán, puesto que no suele hablar mucho, porque nunca se le ocurre nada bueno que decir.
Es un chico bastante inteligente, aunque esa inteligencia se ve mermada muchas veces por él mismo, que piensa que no es nada inteligente, justo lo contrario, tiene tan mala concepción de si mismo que piensa que es una persona bastante estúpida, y por ello no deja expandirse todas las posibilidades que su gran mente tiene. Sin embargo, y aunque no se considere a si mismo como alguien listo, si que se puede ver que piensa mucho. Muchas veces se le puede ver perdido entre sus pensamientos, a veces tan complicados y enrevesados que ni él mismo entiende lo que está pensando. Es muy común verle con la mirada perdida en el infinito, sin detenerse a observar lo que le rodea, tan ensimismado como está en su propia mente. Dado ese estado en el que se encuentra en muchas ocasiones, puede decirse que es un chico bastante despistado, que a veces no presta demasiada atención a cuanto lo rodea, y en muchas ocasiones se le olvidan cosas muy fáciles de recordar. Su mente es algo extraña en ese sentido, puesto que aunque se le olviden con facilidad esas cosas sencillas que recordar, en otras ocasiones recuerda detalles nimios que la gente normal habría pasado por alto.
Es un chico sin sentido del humor. Aunque muchas veces lo ha intentado, no le salen hacer chistes y bromas como lo hace la gente normal, puesto que dada esa mala concepción de si mismo que tiene, piensa que es el ser mas aburrido que ha pisado nunca la tierra, y por eso pocas veces se le puede ver haciendo bromas. Tiene una personalidad algo pesimista . Siempre que pasa algo malo, tiene que ser culpa suya, o al menos, eso es lo que él piensa, así como si oye que alguien está hablando mal de alguien o riéndose de alguien, automáticamente piensa que el destinatario de tales malas palabras y burlas es él. No es porque tenga un ego subido y piensa que todo le hace referencia a él, justo todo lo contrario: como tiene tan baja la autoestima, piensa que todo lo malo que dicen las personas va dirigido a él.
No es alguien que luche por lo que quiere contra viento y marea: si se encuentra con alguna dificultad en el camino, lo mas que hará será hacer un único intento, y como según él, seguro que fallará, no tendrá sentido intentarlo una segunda vez. Se da por vencido con demasiado facilidad, a veces incluso antes de intentarlo. es indeciso, le cuesta un montón decidirse por hacer alguna cosa, por lo que se puede decir que no es alguien impulsivo, sino que le gusta reflexionar, pararse a pensar todas las cosas. Hay veces que las piensa incluso demasiado: dos, tres o todas las veces que haga falta. No parará hasta tener el conocimiento completo de aquello que se le presenta. Le gusta conocer mejor las cosas, por lo que se puede decir que es alguien curioso: si hay algo que despierta la curiosidad en él, ten por seguro que no parará hasta llegar al fondo del asunto y comprender al 100% todo aquello que se le presenta. Es un chico de libro en mano: le encanta leer. podría decirse que le gustan más los libros que las propias personas, puesto que al menos con la presencia de los libros no se pone nervioso, y éstos le abren todo un mundo de posibilidades, tanto para aprender cosas nuevas como para mantener su mente distraída de su vida cotidiana.
Le asusta prácticamente todo, por lo que la valentía no se encuentra entre sus virtudes. Intenta ocultarlo ante los demás, pues sabe que a la gente no le gusta ver como otros tienen miedo, pero es muy mal actor, por lo que pocas veces puede ocultar que siente ese miedo. En relación con lo de su nula capacidad para actuar se puede ver que nunca miente: todo lo que te diga va a ser rigurosamente verdad, puesto que no le gustan nada las mentiras, y las evita decir tanto como puede, de modo que si algo de lo que te dice es mentira lo descubrirás en seguida, pues se le notará a la legua. Hay veces que maquilla un poco la verdad si ésta es muy dura, puesto que no sabe como podría reaccionar la persona a la que se lo diga: quizás le moleste, se enfade o se pone triste. no lo sabe, puesto que los demás son todo un misterio para él.
Cariñoso con las personas que de verdad le importan, no dudaría en dar un brazo por esa persona. Es uno de los mejores amigos que te puedas echar en la vida, pues sabes que él jamás te va a traicionar, nunca te mentirá y te apoyará en todo. Él es la vocecita en el fondo de tu cabeza que te dice "es mejor que no hagas eso". Puede que para él mismo no tenga muy buenos consejos, pero puede que te de alguno que otro a ti que pueda servirte de ayuda. En ocasiones es demasiado confiado con la gente, pues cree que todo el mundo es bueno por naturaleza, aun cuando muchas personas le han demostrado que eso no es así para nada. Ahora, claro, tampoco es un santo. Guarda demasiado rencor en su interior hacia algunas personas, y si en algún momento le haces algo malo, ten en cuenta que esa te la guarda. Tal vez luego no haga nada, pero el rencor lo seguirá teniendo dentro. Puede pasarse muchísimo tiempo enfadado por algo que la otra persona quizás ni habría tenido en cuenta. Además, también es algo celoso con sus cosas, y también con la gente que de verdad le importa. En cuanto a sus relaciones amorosas....bien, poco se puede hablar de este tema, porque su vida amorosa ha sido desde siempre nula. Jamás ha tenido en su vida nada parecido a una pareja, ya que suele pensar que no es merecedor del amor de nadie.
No tiene nada de carácter. es muy difícil hacerle enfadar, puesto que no tiene el carácter suficiente como para ello. Si alguien le molesta, lo máximo que hará será agachar la cabeza e ignorarle. Quizás le dedique una o dos frases cortantes y en un tono borde que parece incorrecto dentro de su personalidad normal, pero solo se limitará a eso. Rara es la ocasión en la que se ve obligado a usar la violencia contra otro, porque se puede considerar a este muchacho como alguien pacífico, excepto, claro, las veces en las que alguien le toque demasiado las narices. Aunque habría que ser demasiado insistente como para enfadarle, puesto que tiene mucha paciencia con los demás, y por eso es difícil que explote lo suficiente como para tener que ser violento. De todas formas, y aunque llegue ese momento, resistirá mucho lo de la violencia, puesto que no le gusta nada todo ese tema. piensa que en este mundo todo se puede resolver con la palabra, y si la palabra falla, entonces la solución es no hablar ni encontrarse con esa persona que ha provocado la discusión.
Gustos
-Los días nevados
-Los gatos
-El baloncesto
-Las películas de terror malas {de esas que se ve que el monstruo está hecho de goma}
-Leer manga
-Las comida rápida
Disgustos:
-Los días en los que hace mucho calor
-La gente que juzga sin conocer
-Los perros
-Los vehículos muy rápidos
-Las películas de terror que SI dan miedo
-Limpiar e__e
Hobbies:
-Leer, leer y leer
-Dibujar, sobre todo toma los modelos de los mangas que tanto lee, aunque también hace dibujos del natural
-Jugar a videojuegos
Fobias:
-A las serpientes
-Claustrofobia
Virtudes
+Es inteligente
+Jamás miente
+ Muy tolerante con los demás
Defectos
-Demasiado cortado como para hacer nada por si mismo
-En muchas ocasiones deja que su miedo lo domine
-No se aprecia en nada a si mismo
Manías:
Hacer crujir sus nudillos
Datos Históricos
La historia del joven Samuel empieza donde empiezan la mayoría de las historias: en el hospital. Abrió los ojos por primera vez en un hospital de Londres, hace ya 19 años. La pequeña familia, que hasta el momento solo había sido conformada por dos personas, ya se había ampliado a tres. Sin embargo, no eran tres personas lo que estaban en aquel momento, pues una de ellas faltaba. Y, en efecto, se trataba de su padre, quien no se había presentado al nacimiento de su hijo, puesto que consideraba que eran demasiado jóvenes para tener que criar un niño con ellos, y había estado en contra de tenerlo desde el principio. Solo por la insistencia de su madre había accedido a tenerlo, pensando que, cuando lo viera por primera vez, se olvidaría de todo y querría a su hijo. Sin embargo, eso no fue así.
La madre del pequeño no había podido resistir el complicado parto en el que había participado, de modo que falleció pocas horas después de que su hijo hubiera nacido. Para entonces, su padre había dejado por fin la barra del bar para ver lo que su mujer había dado a luz, encontrándose con que su mujer había muerto, y quedando él con un hijo que no quería y que tenía que cuidar él solo, sin la compañía de su mujer. Si antes no le había hecho mucha ilusión eso de tener un niño, ahora que a causa de su nacimiento había muerto su mujer, lo quería mucho menos.
La indiferencia fue el tratamiento que el joven recibió de su padre desde pequeño. En cuanto podía, se lo dejaba a terceras personas, a un vecino o a una niñera, para que lo cuidara, y así desentenderse de su cuidado. Empezó a frecuentar el bar mas que de costumbre, y así Sam se fue criando sin una madre y sin un padre, pasando de mano en mano, pero sin ninguna figura que le diera el amor que todo niño necesita. El pequeño fue creciendo, pero nada cambió en su vida, a no ser que que la indiferencia de su padre aumentara cuente como cambio.
Y en su adolescencia tampoco es que la relación paterno-filial fuera mejorando. La presencia de su padre era cada vez menor en la casa: solamente para las horas de dormir estaba en casa, se marchaba temprano en la mañana y se acostaba tarde en la noche, teniendo el menor contacto con su hijo posible, casi sin verse ambos dos. En muchas ocasiones, su padre faltaba a casa muchas noches, y Sam no sabía donde estaba ni que hacía, aunque poco le importaba, puesto que en esas ocasiones tenía la casa para él solo, sin tener que soportar la indiferencia de su padre, lo cual le dejaba mucho mas tranquilo. Tenía tiempo para él, para hacer lo que de verdad quisiera. Eran lo que él llamaba los "días tranquilos", aquellos en los que podía relajarse y ser él mismo.
Su adolescencia pasó sin pena ni gloria: buenas notas en los estudios, aunque pocos amigos en sus clases. Él era el raro, el que nunca hablaba con nadie y se sentaba al fondo de la clase. Al muchacho no le importaba demasiado no tener amigos en su clase, puesto que estaba acostumbrado a estar solo, así que le daba lo mismo. Fue en esa época cuando empezó a notar la pérdida progresiva de visión. Cuando fue al médico para solucionar ese problema, le comunicaron que tenía la misma enfermedad ocular que había tenido su madre, por la cual algún día perdería la visión para siempre. El joven pensó que le hubiera venido bien la ayuda materna, pues ella había pasado lo mismo, pero no podía tenerla. En esos momentos si que echó de menos tener a alguien con quien hablar, a quien contarle esas cosas, que le aconsejara acerca de ello, que le diera ánimos y le dijera que no pasaba nada. Pero no tenía nada de eso, de modo que guardó en su interior todas aquellas inquietudes.
Al terminar sus estudios secundarios, el joven ya sabía lo que quería hacer con su vida. Quería dedicarse a lo que mas le gustaba: dibujar. Le encantaba todo aquel mundo: las grandes pinturas del mundo, aquellas hechas con tal precisión que, aun habiendo pasado siglos , seguían allí, aun sin perder la belleza que los había caracterizado en el pasado. Él también quería eso: hacer grandes obras que se mantuvieran en la mente de los demás mucho después de que él hubiera desaparecido del mundo, una manera de dejar huella y que después de su muerte, alguien le recordara, y no pasar por el mundo como una sombra, sin importarle a nadie lo mas mínimo que él hubiera existido o no. De manera que entró en la universidad para estudiar aquella carrera, en espera de poder hacer él mismo, algún día, algo tan grande que todo el mundo reconociera en cuanto lo viera.
La madre del pequeño no había podido resistir el complicado parto en el que había participado, de modo que falleció pocas horas después de que su hijo hubiera nacido. Para entonces, su padre había dejado por fin la barra del bar para ver lo que su mujer había dado a luz, encontrándose con que su mujer había muerto, y quedando él con un hijo que no quería y que tenía que cuidar él solo, sin la compañía de su mujer. Si antes no le había hecho mucha ilusión eso de tener un niño, ahora que a causa de su nacimiento había muerto su mujer, lo quería mucho menos.
La indiferencia fue el tratamiento que el joven recibió de su padre desde pequeño. En cuanto podía, se lo dejaba a terceras personas, a un vecino o a una niñera, para que lo cuidara, y así desentenderse de su cuidado. Empezó a frecuentar el bar mas que de costumbre, y así Sam se fue criando sin una madre y sin un padre, pasando de mano en mano, pero sin ninguna figura que le diera el amor que todo niño necesita. El pequeño fue creciendo, pero nada cambió en su vida, a no ser que que la indiferencia de su padre aumentara cuente como cambio.
Y en su adolescencia tampoco es que la relación paterno-filial fuera mejorando. La presencia de su padre era cada vez menor en la casa: solamente para las horas de dormir estaba en casa, se marchaba temprano en la mañana y se acostaba tarde en la noche, teniendo el menor contacto con su hijo posible, casi sin verse ambos dos. En muchas ocasiones, su padre faltaba a casa muchas noches, y Sam no sabía donde estaba ni que hacía, aunque poco le importaba, puesto que en esas ocasiones tenía la casa para él solo, sin tener que soportar la indiferencia de su padre, lo cual le dejaba mucho mas tranquilo. Tenía tiempo para él, para hacer lo que de verdad quisiera. Eran lo que él llamaba los "días tranquilos", aquellos en los que podía relajarse y ser él mismo.
Su adolescencia pasó sin pena ni gloria: buenas notas en los estudios, aunque pocos amigos en sus clases. Él era el raro, el que nunca hablaba con nadie y se sentaba al fondo de la clase. Al muchacho no le importaba demasiado no tener amigos en su clase, puesto que estaba acostumbrado a estar solo, así que le daba lo mismo. Fue en esa época cuando empezó a notar la pérdida progresiva de visión. Cuando fue al médico para solucionar ese problema, le comunicaron que tenía la misma enfermedad ocular que había tenido su madre, por la cual algún día perdería la visión para siempre. El joven pensó que le hubiera venido bien la ayuda materna, pues ella había pasado lo mismo, pero no podía tenerla. En esos momentos si que echó de menos tener a alguien con quien hablar, a quien contarle esas cosas, que le aconsejara acerca de ello, que le diera ánimos y le dijera que no pasaba nada. Pero no tenía nada de eso, de modo que guardó en su interior todas aquellas inquietudes.
Al terminar sus estudios secundarios, el joven ya sabía lo que quería hacer con su vida. Quería dedicarse a lo que mas le gustaba: dibujar. Le encantaba todo aquel mundo: las grandes pinturas del mundo, aquellas hechas con tal precisión que, aun habiendo pasado siglos , seguían allí, aun sin perder la belleza que los había caracterizado en el pasado. Él también quería eso: hacer grandes obras que se mantuvieran en la mente de los demás mucho después de que él hubiera desaparecido del mundo, una manera de dejar huella y que después de su muerte, alguien le recordara, y no pasar por el mundo como una sombra, sin importarle a nadie lo mas mínimo que él hubiera existido o no. De manera que entró en la universidad para estudiar aquella carrera, en espera de poder hacer él mismo, algún día, algo tan grande que todo el mundo reconociera en cuanto lo viera.
Familia:
Devon R. Lawliet: Es el padre de Sam, y el único familiar que le queda al joven. Trabaja en un taller mecánico. La relación con su hijo es mas que mala, de hecho, se podría decir que no se soportan. Dada su afición por los bares y el desprecio que siente hacia su hijo, se pasa los días fuera de casa, lo cual es un alivio para su hijo, quien no tiene que soportarle.
Posesiones personales:
Un pequeño cuadernillo de dibujo, que le acompaña casi siempre, y un montón de libros, releídos hasta la saciedad, pero de los que nunca se cansa.
Otros datos:
-Sufre de retinosis pigmentaria, una enfermedad genética degenerativa de los ojos que implica la perdida progresiva de la vista hasta quedar totalmente ciego. Lleva gafas para mejorar su vista ante ese problema, pero de poco le sirven.
-Sabe hacer los mejores espaguetis a este lado del Missisipi
-Es alérgico a las fresas
Samuel J. Lawliet• Miembro Nadmean • - Mensajes : 1
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Fecha de inscripción : 10/07/2012
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Dom Mayo 12, 2013 4:38 pm por Invitado
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Sáb Dic 22, 2012 6:53 pm por Invitado
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Lun Dic 17, 2012 10:07 am por Invitado