Persephóne Brézhnev.

¿Como describir a Persephóne? Muy fácil. Como a un terremoto.

Desde el primer día hubo un brillo en su mirada celeste que la hizo diferente de las demás, porque ella es una niña que verdaderamente se hace querer. Y cuándo la ves reir y brillar cómo el mismísimo cielo, tan tierna y tan dulce, sabes que será imposible olvidarla.

Se la conoce por ser una joven soñadora y algo inmadura, también por ser muy educada, pues siempre pide perdón, dice por favor y da las gracias. Es ella la que te hace reír en los peores momentos, aquella que te saca una sonrisa alegre cuando te derrumbas.

También es rebelde pues no soporta que la controlen, lo cuál muchos han intentado pero sin muy buenos resultados. Puedes notar como en el fondo de su corazón es una chica dura e indómita como la mar, dispuesta a todo por proteger a su familia. Es como una salvadora de mundo, pues no tiene miedo a equivocarse.

La mayoría de las veces una insaciable curiosidad por saber cosas sobre todo aquel que la rodea se apodera de ella, pero otras tantas se vuelve una jovencita tranquila y su simple presencia suele calmar el ambiente. También todo el mundo sabe de su gran sinceridad, que lejos de desagradar, es una cualidad que a muchos gusta, y tantos otros respetan. Siempre ha tenido un corazón de oro, pues hay dentro de él, cariño para cualquiera que lo necesite.

De niña, Persh era el que salvaba a sus amigos de los problemas, la que persuadía a otros para ayudarles pues lo que la hace única es la capacidad de que jamás la descubran. Porque no existía profesor que mirase a Persh; conocida por ser una pequeña trabajadora, inteligente y dedicada que siempre cumplía las normas, y quisiese arruinar su historial, no había persona que pudiera decirle un no rotundo a la cara.

Persephóne tiene creencias muy infantiles e ingenuas, como su creencia y adoración hacia Santa Claus, y la existencia y origen de los unicornios y los duendes. Sin embargo también es muy inteligente e idealista, mantiene sus propias ideas hasta el final y pocas veces se equivoca en lo que defiende. Es una joven de sonrisa fácil, y risa contagiosa. Y además una chusma de primera, que se sabe hasta los líos entre los profesores.

Es una joven ingenua e inocente pero también muy ingeniosa. Tiene verdadera pasión por la vida y la libertad. Se la puede considerar como una chica excéntrica y creativa. Su imaginación supera cualquier barrera, esta demostrado en sus cuadros, por eso jamás duda en coger un pincel y echarse a pintar frenéticamente como un espadachín en un campo de batalla.

A veces se hace la dura, intentando parecer alguien que no es, intentando destruir a cualquiera que se interponga en su camino. Y aunque lo intente, no puede hacerle daño a nadie. Más siempre hubo, bajo la coraza de Persephóne, un gran corazón. Una persona encantadora de verdad, un autentico cielo. Te escuchara, te querrá. Serás su tesoro más preciado, pues es tan buena que no logra ver la maldad de las personas hasta que la ha envuelto por completo. Nunca defrauda, ni aunque ya la hayas traicionado.

Durante años a demostrado que la mayor parte del tiempo es bondadosa y amable con todos y que tiene un gran corazón, pues toda forma de maldad que pueda llegar a realizar se debe a la influencia de sus amigos más calculadores. Es fiel y leal a sus amigos, pues lo daría todo por ellos. Persh siempre va de frente. Es una chica muy segura de sí misma, que desprende determinación por cada poro de su piel.

Cuando la conoces parece que un pequeño huracán ha arrasado con tu vida. Y es feliz viviendo así. Por eso, tiene miedo de enamorarse y a lo que pueda sentir. Porque es consciente de que con una pareja, su vida dará un giro demasiado grande y no está segura de querer correr ese riesgo. Y mientras tanto, seguirá dedicándose a ser el terremoto que entra en tu vida y que no olvidas.

Hace diecinueve años, el día siete de mayo, en un amanecer completamente primaveral, nació la pequeña Persephóne Brézhnev. Y fue gracias al hermoso lugar donde le dieron la vida, el Caribe, que su segundo nombre fue Paradise, por lo que ahora es también conocida como Paraíso.

La hermosa niña de cabellos sumamente blancos, tiene una infancia feliz, a pesar de que su padre no entiende de donde ha sacado tal obsesión por el arte pues la habitación de la pequeña esta llena de colores. Rojo. Verde. Blanco. Azul. Marrón. Rosa. Gris. Además de tener varias fotografías hechas por ella misma colgadas en la pared. Y al menos dos violines, tres guitarras, un arpa y un piano por todos los rincones. El señor Brézhnev cree que eso puede ser una enfermedad.

Persh fue desde muy pequeña una artista en potencia. Traía locos a sus profesores de la escuela pues siempre parecía tener un hueco para mostrar su arte. Entre los lugares más recordados están la fachada del colegio, la caseta del conserje, la mesa de la profesora de historia y los exámenes del de química.

A los nueve años hacía fotografías dignas de un profesional y a los siete ya sabía tocar la guitarra, el arpa y la batería. Para su madre esa niña es un milagro, un regalo de los cielos, a pesar de que nunca lo dijo frente a su marido. En cambio, Dimitri Brézhnev pensaba que su hija estaba un poco chiflada y como quería que su familia, ya adinerada de por si, tuviera mucho más de lo que ya tenía, se hizo creer a si mismo que la jovencita cambiaría y por ello la inscribiría en derecho cuando fuera a la universidad.

Oh, vaya. Como se equivocaba el padre de Persephóne. Fueron pasando los años y la pequeña se fue haciendo mayor, logrando grandes logros académicos, cosa de la que su familia siempre estuvo muy orgullosa. Cuando llegó a la universidad, a diferencia de su hermano, que tres años antes había elegido medicina, ella se decantó por licenciarse en música. Aquello no le hizo ninguna gracia a su padre, el cuál amenazó con desheredarla. Persephóne simplemente se rió ante ese hecho.