Ruth Klintworth

Ella es una persona muy tranquila y muy educada, pero que jamás rosa la pomposidad. Como es normal en su naturaleza de mujer, le gusta hablar, pero simpre de cosas impersonales o, en caso de que tengan relación con sus gustos, hace lo posible por evitar los detalles, puesto que para ella es realmente difícil encontrar a alguien con quien pueda abrirse, tanto que hasta ahora no ha conocido a alguien con quien pueda conversar abiertamente. La mayoría de los sentimientos, pensamientos u opiniones suele guardárselas para sí por la misma razón expuesta anteriormente, sin embargo, no siempre esos detalles permanecen en su mente, sino que los estudia y los desecha al momento de pasarlos al papel. Tiene más que claro qué es lo que le gusta y qué es lo que odia, pero le resulta difícil tomar una decisión. Ella no es impulsiva, es más, odia todas las actividades o decisiones que tiene que tomar de manera impulsiva, por que sí las hay, no es algo en lo que los demás puedan discrepar. Aunque, como ya se mencionó, le sea difícil, casi imposible confiar en la gente, le resulta bastante sencillo entablar una conversación con alguien desconocido, y es posible que se de a la tarea de descubrir el tipo de persona que es su interlocutor. Para ella es casi un deporte analizar y descifrar las personalidades que queden fuera de lo común o de los patrones ya presentados en la sociedad. A pesar de ser reservada es una mujer que siempre está al cuidado de sus amigos y, en muy raras ocasiones, compañeros o desconocidos. Es posible que la única situación en la que ella se permite una imprudencia o ser impulsiva sea cuando alguien cercano a ella está en momentos comprometedores. Esta puede ser una de las razones por las que no le resulta fácil ser abierta para con sus amigos, aunque también puede deberse a que tiene la mala costumbre de jugar con la mente de los demás, situación que se presenta cuando su orgullo es dañado, cuando una amistad le falla o simplemente cuando está de mal humor. Y aprovechando el tema de las malas costumbres, ella siempre, siempre, va a intentar alejar a la persona que le guste o que llegue a amar, puesto que está totalmente en contra de que su corazón pierda su tiempo amando a personas que no siempre valen la pena, pero, por otra parte, está siempre dispuesta a sacrificarse de cualquier manera que pudiera serle de ayuda para es persona especial, incluso puede adoptar nuevas o viejas maneras de pensar ya sea para alejarlo, dañarlo, para llegar a él o simplemente para ser de utilidad. Por último se presenta una pequeña explicación para su carácter inconstante: como puede ser el caso de muchas personas, ella no tiene dificultad alguna para pasar de una emoción a otra, y como método para prevenir una imprudencia suele limitarse a imaginar una escena poco amigable para calmar su mal humor, estando al borde de parecer inexpresiva.

Su padre fue un terrateniente exitoso en Derbyshare, aunque su principal fuente de ingresos era la herencia de sus antepasados y otros difuntos miembros de la familia (Hermanos, primos, etc.) En sus tiempos libres, el padre de Ruth se dedicaba a la reparación de juguetes o marionetas, pasatiempo que encajaba perfectamente en la temprana edad de su hija única. El señor Klinthworth, como el resto de su familia siempre fueron de salud delicada, ésa era la herencia maldida que lo apartó del lado de su hija cuando ella apenas contaba con diez años de edad. Por otra parte, la señora Scarlett Klintworth dedicó el poco tiempo que le quedaba de vida en educar las áreas que la vida académica de Ruth no cubría. La señora Klintworth siempre fue una mujer dura y fue la primera persona en resaltar la "maldición" de su familia en el rostro de Ruth, aunque no por mucho tiempo. Finalmente perdió la vida un par de años después de su esposo. Desde entonces, Ruth ha cambiado repetitivamente de interados tras haber sido maldecida y rechazada por su propia madre, quien resultó afectada por el hecho de perder al hombre de su vida.