Dejame ser al menos un error en tu vida # Just Joce #

¿Cómo describirme a mí misma? Mmm... tarea difícil, considerando que soy una persona que no tiene reparos en hacer o decir las cosas a la cara, de frente y directa, pero a la vez escojo bien mis palabras para evitarme conflictos mayores que no tengo ni intención ni ganas de resolver. No me considero bipolar, si eso es lo que has entendido, no. Simplemente soy alguien con criterios propios, que deja las fantasías y cuentos de niñas para las más pequeñas princesitas de la zona. No doy explicaciones de lo que hago, ¿para qué? Mi vida te importa tan poco como la del bicho que acabas de pisotear. No tiene sentido contar intimidades a lo largo y ancho mundo para dar... ¿pena? Será. Pero no confundas mi nula capacidad para hablar con mi paciencia para escuchar problemas. Aquí sí que tal vez me vuelvo una persona más dulce y capaz de sentir empatía.

Las personas que recién me conocen me tratan con respeto y simpatía. No suelo dar problemas a los desconocidos, soy una señorita en el fondo y no muestro mi lado salvaje a cualquiera. No me cuesta relacionarme con la gente, me veo capacitada para mantener una charla interesante sobre la actualidad del mundo o gran mayoría de hobbies, pues he experimentado bastante en mi más prematura juventud. Soy una persona abierta, sí, sin lugar a dudas, pero no cedo mi confianza a alguien que me hace reir una vez, no, qué va. Necesitarás mucho más que una agradable tarde para entrar en el círculo de mis amigos, ¡pero eh!, si ya me caes bien de entrada no te costará demasiado... aunque mis amigos niegan esta afirmación.

Tengo más de mil quinientos seguidores en twitter, unos dos mil amigos en facebook y mi blog triunfa. Entre tanto fanático y seguidor he encontrado a personas que de verdad tienen dos dedos de frente, algo interesante que contar y sobretodo un carácter adulto y maduro. Algunos son de mi edad, otros son mayores que yo y creo que solo dos más jóvenes, pero la edad no importa. Me agradan, me caen bien y saben que pueden contar conmigo para una gran cantidad de ocasiones: Fiestas, momentos tristes, excursiones... gran variedad de momentos. Seguro que si preguntáis a estos amigos os dirán que soy una persona divertida y con un buen sentido del humor, a la par que protectora y sensible. También puede que os digan que nunca hablo de mis cosas... pero como he comentado antes, son privadas y nadie tiene nada qué hacer con ellas, salvo dos o tres personas que demuestran más que una profunda y arraigada amistad.

No olvidaré jamás a mis dos primeras mejores amigas, personas que hoy en día ya no están conmigo, pero que en su momento fueron pilares importantes en mi día a día. Con ellas recuerdo que todo era especial, pues no había nada que nos separara, éramos transparentes, capaz de congenierar aunque fuéramos distintas. Criticar, reir, bailar... todo era posible con ellas. Y creo que hay gente allí fuera con la que aún puedo contar de esta forma. Ojalá encontrara gente tan abierta de mente y a la par tan capaz de ceñirse ante sus propias ideas y barrer del planta aquellas que las ofendieran...

Y ya que hablamos de enemigos, solo diré que no vale la pena crear tensión entre tú y yo. ¿Sabes qué? No suelo vengarme de tí al momento, siempre dejo pasar las cosas, que todo quede en olvido y luego acabar con tu insignificante vivencia. Sí, la verdad es que muchas veces me pusiste de los nervios y ahora, Señorito/a Idiota, aquí tienes de vuelta tu merecido. Aprende a tener cerebro y luego volvemos a hablar. ¿Demasiado agresiva? No creas, todo esto suelo hacerlo sin perder mi condición y fachada de niña buena. Ya sabes, un lobo con piel de oveja.

Me han pedido que hable también sobre mis relaciones amorosas. No creo que sea de vuestro interés, por lo que solo diré que soy posesiva, caprichosa, pero a la vez cariñosa y detallista. Me defino como una persona pasional, sin miedo a nada, entregada a la otra persona. Pero no te confundas, que quizás tanto amor solo es porque me apetecía tener alguien con quien jugar un rato. El amor me va y me viene y pocas veces estaré segura de lo que siento por tí. Ten cuidado, soy fuego.

Creo que no me dejo nada por comentar, pero si fuera así revisaré de nuevo mi pequeño discurso. Nos vemos, señores.