# Sueños delirantes.~ {Cherrie}

por **Cassandra E. Rosseau** Jue Oct 18, 2012 8:06 pm

Solo era un día mas. Un molesto día mas, era en lo único que la joven podía pensar. La cafetería estaba casi vacía, cosa que agradecía y al mismo tiempo la entristecía, tenia la paz requerida para descargar sus suspiros en paz, y al mismo tiempo, se sentía completamente "Sola". Realmente no necesitaba mas sentimientos que acumular, el aura oscura de la niña solo podía camuflarse por sus brillantes cabellos, los cuales escondían un corrido maquillaje, luego de lagrimear durante horas, horas, y horas. ¿Que diablos le sucedía aquella mañana? Ni siquiera ella podía explicar verdaderamente, la causa de su mal. Sueños, imágenes repetidas de todas las noches, imágenes que no parecían tener sentido un día, pero al otro podían hacerla llorar sin razón.
Sabia que era lo que sucedía, pero al mismo tiempo, no quería aceptarlo. Esa misma mañana, se había despertado, luego de haber soñado con ella. No sabia su nombre, su edad... Realmente, ni siquiera la conocía. ¿Como puede ser que una niña de una eterna sonrisa, llorara por aquel sin sentido?

La soledad, esa era la simple y dolorosa respuesta. Hace días, meses, casi cumpliéndose el año ahora que lo pensaba, que soñaba con ella. No tenia algo especifico, su nombre, su rostro, todo cambiaba cada vez que la veía, pero a pesar de todo, la peliazul sabia que se trataba de "ella". Cassie podía tener virtudes y defectos, pero nunca había logrado realmente, una relación que lo soportara todo. Las veía en las películas de todo genero, en sus libros favoritos, amistades, amores, simplemente la unión de dos personas, esa unión que luchaba contra todo lo que se interpusiera. Una chica que constantemente trata de ayudar a sus amistades, pero acumula sus propios líos con una sonrisa, obviamente, termina explotando, mas cuando se padece una enfermedad que puede hacer aparecerte ilusiones tan solo con ver una simple imagen, no era fácil ver a una chica imaginaria sentada en la mesa cada vez que despertaba.
La muchacha despeino un poco sus propios cabellos, observando a su alrededor al momento en que le daba un sorbo a su café, quemándose un poco. Pañuelo tras pañuelo, iba desechandolos luego de secar las lagrimas mezcladas con su delineador, manchados en negro quedaban al lado del vaso de café.

—When was the last time you thought of me?
Or have you completely erased me from your memory?
I often think about where I went wrong
The more I do, the less I know...
Susurraba con aquel mismo tono de voz, luego de varios minutos, al haber terminado de arreglar la impresión que daba su rostro, aunque intentando lo mismo con su mente, sin resultado alguno. Debía calmarse, aun era muy temprano, lo cual los presentes no pasaban los diez, pero tampoco quería llamar la atención, no quería que la molestaran.

¿O si lo quería...?

por **Cherrie Hyun-Joo** Sáb Oct 20, 2012 11:18 am

Era una hermosa mañana, como lo era estos últimos días. La castaña abrió sus redondos ojos y miro con una leve sonrisa hacía la ventana, donde un rayo de luz entraba como intruso e iluminaba el pequeño cuarto. Se había sacado la sobrecama de encima y se salió de la cama, dejando que sus pies descalzos tocaran el tibió suelo. Se toco el cabello, el cual aun seguía húmedo por la ducha que se había dado la noche anterior y se encamino hasta su tocador, donde tomo un cepillo y se acomodo su larga melena. Vistió uno de sus trajes favoritos, que era un vestido floreado de tonalidades verdosos opacos, adorno sus pies con unos zapatos de plataforma que quedaban acorde a lo que vestía y adorno su melena con un bonito moño. Tomo su mochila, la acomodo sobre su espalda y luego tomo su maleta, donde tenía su ropa de trabajo para las clases de danza que tenía ese mismo día. Sonrío con levedad tras echar un último vistazo a su habitación y camino hasta la puerta, saliendo con toda calma.
Tras asegurarse que la puerta quedara bien cerrada, la fémina comenzó a caminar, siempre con una bonita sonrisa, a pesar de aquellos pensamientos negativos que había tenido la noche anterior, pues no le quedaba de otra que mostrar una sonrisa ante el mundo. Siempre había tenido esa clase de pensamiento. Sentía que si mostraba a las demás personas su bajo autoestima generaría lastima y que era mejor mostrar una brillante sonrisa. Unió sus delicadas manitas y suspiro con pesadez, mirando con el rabillo del ojo a los alumnos que como ella, se habían despertado temprano.

-Ah.. tengo antojo de un.. café.. –Murmuro la castaña infando una de sus mejillas y buscando con la mirada donde se encontraba la cafetería. Había algo mas en ella, algo que le gustaba hacer cuando caminaba por los lugares de la universidad o cuando caminaba por las calles de la universidad. Saludar con una amigable y dulce sonrisa a quienes le rodeaban. Le gustaba porque la mayor parte de el tiempo, su saludo era correspondido con otra sonrisa, aunque estaba claro que en ocasiones, las personas no estaban de humor y solamente se limitaban a verle o simplemente a ignorarle.
Tras llegar a la cafetería, miro a las pocas personas que se encontraban ahí y deslizo su mirada a una chica peliazul, que al parecer lloraba. La castaña parpadeo y camino un poco lento hacía ella.
Dejo sus pertenencias en el suelo, a un lado del sitio donde tomo asiento y se acomodo con delicadeza, acomodando la falda de su vestido para que no se arrugara. Levanto un poco la mirada y se fijo a los lados, para luego, volver la mirada a aquella chica -¿Estás bien?- Pregunto un poco preocupada, inclinándose un poco sobre la mesa tan solo para acercarse y ver de cerca a aquella joven. Había una cosa más, que la castaña no le gustaba. Ver llorar a las demás personas, además de que siempre se preocupaba de mas e intentaba hacer lo que sea, para levantar los ánimos. Lo que sea.

por **Cassandra E. Rosseau** Sáb Oct 20, 2012 2:32 pm

Los minutos pasaron, hasta que por fin pudo regular los pequeños suspiros que causaban sus llantos, aliviándose de que al menos, podía calmarse un poco sola. Dejo los pequeños pañuelos, llenos de lagrimas mezcladas con su delineador, dentro de su bolso, se encargaría de tirarlos cuando volviera a su habitación, por el momento, acomodo sus brazos sobre la mesa formando una pequeña almohada, hundiendo su rostro entre ellos, demostrando sin querer, el color rojizo de unos ojos irritados, los cuales comenzaba a entrecerrar, concentrada en el aroma del café casi intacto que tenia enfrente. Soltó un largo suspiro, intentando pensar, cerrando sus ojos completamente. Aun con sus ojos cerrados, comenzó a dejar volar su imaginación, viendo el mismo paisaje que vería si los abría, aunque con una importante diferencia.
Esta vez, llevaba una vestimenta llamativa, su cabello tan hermoso como siempre, ondulado y brillante. Sus facciones eran muy finas, acompañadas con una bonita sonrisa, al punto de que aun en ese estado, la peliazul correspondió sonriendo levemente. Era uno de esos sueños, de los que se desean tan intensamente, en los cuales la muchacha no recordaba que para soñar, debía estar dormida. No se imaginaba, que la pequeña y tan constante fantasía estaba por realizarse.

Las palabras la sacaron de su "Sueño", logrando que sus cabellos se sacudieran ante el brusco movimiento de su cabeza. Abrió sus ojos rápidamente, notando a la ilusión frente a ella. "Diablos... Aun no despierto, ¿Realmente me dormí?" Suspiro frustrada, parpadeando una vez... Y otra, y otra y otra, notando como la fantasía, no desaparecía. Se estremeció, aun con su blanco color de piel, sus labios se notaron pálidos. Estiro cuidadosamente una mano hacia ella, deteniéndose a mitad de camino al ver la expresión de la contraria. —Eres... ¿Real?— Era básicamente, como su nunca hubiera cerrado sus ojos, la muchacha que había visto en su sueño estaba frente a ella, observándola como si nada pasara. Extrañamente, se le hacia conocida. No, no por su sueño, definitivamente, la había visto antes, al comenzar a observar sus rasgos mas detenidamente, recordó. Era de su misma fraternidad, a pesar de que no habían cruzado palabras.
Tartamudeo torpemente, al darse cuenta de que habían pasado un buen par de minutos, en los cuales solo se había dedicado a observar a la contraria completamente extasiada. Se aclaro la garganta, su voz aun seguía algo chillona. —Tranquila, solo estoy algo nerviosa... Gracias por preguntar.— La peliazul se sorprendió, al darse cuenta que de un momento a otro, estaba sonriendo. Pero no como últimamente lo hacia, por "Compromiso", sino que realmente, mostraba una sonrisa sincera. —Esto... Me llamo Cassandra ¿Cual es tu nombre? Creo que ambas somos Swaney, ¿Verdad? Ya te he visto... No es que te siga ni nada parecido, no pienses que siempre te veo, claro, solo que te tengo conocida... Ahm, mejor dejo de decir tonterías... ¿Quieres?— Exclamo, atropellando sus palabras, ya con un leve sonrojo en sus mejillas y su sonrisa aun presente, acercándole el vaso de café aun caliente con una mano, pensativa.
...¿Porque había tenido un sueño con su compañera?

por **Cherrie Hyun-Joo** Sáb Oct 20, 2012 3:22 pm

El ambiente se había tornado un poco extraño para ella, de pronto sintió como si toda la cafetería se pusiera mas cálida y el ruido que hacían los alumnos al entrar, se escuchaban muy al fondo, los cuales lentamente se fueron desapareciendo, como si de pronto, tosa su atención se enfocara tan solo en aquella chica. Y era mejor, ya que la cafetería comenzaba a entrar más personas y si, ponía atención lo que le rodeaba, seguramente no lograría ayudar a la fémina que tenia sentada frente a ella.
La castaña no dejaba de mirar a la chica. Mostro una pequeña sonrisa cuando esta se había quedado callada, solamente mirándole como si estuviese sorprendida de verla, lo que le extrañaba ya que según ella, se habían cruzado miradas anteriormente.
“Eres.. ¿Real?” Es lo que formulo aquella chica mientras había acercado su mano a ella -¿Ah?-Parpadeo algo extrañada por aquella pregunta, pero luego relajo su rostro y atrapo con ambas manos la mano que ella había acercado, sosteniéndola con delicadeza –Si sientes mis manos, soy real.. Si no..- Soltó una pequeña risita y ladeo un poco la cabeza –Si no, estoy en un enorme problema-Nuevamente, aquella risa se escapo de entre sus rojizos labios y soltó con lentitud la mano de la chica, apoyándolas luego sobre la mesa, sin apartar su mirada de ella. De pronto, parecía que finalmente reacciono y le escucho hablar, tranquilizándose un poco cuando esta le asegura que se encontraba bien, aunque había “Un algo”, que no le convencía del todo, pero aun así, mostro aquella sonrisa relajante y cálida –Te creeré- Musito con suavidad, acomodando su larga melena tras su espalda y dejando a la vista el bonito escote que su vestido tenía, dejando al descubierto poca de su blanquecina piel.

Cuando le escucho hablar de nuevo, soltó una pequeña risa. La chica tenía pinta de ser muy interesante, pero por la impresión que le estaba dando en ese momento, estaba completamente segura, que esa pinta, le iba perfectamente. Cuando la chica finalmente callo, en el pequeño hilo de silenció que hubo, soltó una pequeña risa –Se quién eres Cassandra. Tu habitación esta a un lado de la mía- Sonrió con ternura hacía la muchacha –Mi nombre es Cherrie Hyun-Joo- Acerco su mano, en forma de saludo –Puedes llamarme tan solo Cherrie, Cassandra. Y por cierto, estoy encantada de conocerte- Su brillante sonrisa no se desaparecía y su tono tan dulce de voz, daba una imagen aun muchísimo más angelical del que antes. Miro como la chica acercaba el café y la tomo con la otra mano –Es como si leyeras mi mente. Justamente deseaba un delicioso café- Dio un pequeño sorbo –A si.. Yo si te había observado antes. Tu hermosa cabellera llama mucho la atención-

por **Cassandra E. Rosseau** Dom Oct 21, 2012 1:38 am

La peliazul seguía observando extasiada a la contraria, con aquella gran duda recorriendo su mente. ¿Era real? ¿No estaría hablando sola? No quería aun convencerse de algo que probablemente se desvanecería entre sus brazos, al mismo tiempo que no quería que las pocas probabilidades de "Amigos" que rondaban la cafetería la vieran como la loca de turno, ¿Pero como evitar emocionarse cuando un sueño se hace real? "Tranquilízate Cassie... Tal vez en realidad ella no esta, ¿Como estas tan segura? Hay grandes posibilidades de que estés hablando con una silla, solo espera..." Dictaba el subconsciente de la joven, segundos antes de que su mano, fuera atrapada por la contraria. Fue simplemente... Especial. La sonrisa de la joven se ensancho de forma algo torpe, su tacto, sentir su suave piel, era la prueba que necesitaba para darse cuenta de que realmente no había caído en la locura. Al menos, no todavía. Asintió, al escuchar las palabras de la joven. "Imposiblemente, es real..." Repetía su mente una, y otra, y otra vez, poniendo a la joven mas y mas ansiosa.

—Es en serio...— Susurro, con una mueca algo descontenta, al notar que la contraria se había dado cuenta de que su falso estado de felicidad, no era mas que una ilusión. Pero Cassie era demasiado testaruda como para dar esa primera imagen a la niña de sus sueños, por supuesto que no iba a dejar sus lagrimas tan a la vista, a pesar de que la muchacha ya se hubiera dado cuenta de ello. Trago saliva, desviando la mirada con sus mejillas rojas, cuando su vista se desvió sin querer hacia el escote de la contraria, del cual no se despego hasta pasar unos segundos, que ahora le parecían varios minutos "Maneja tus tonteras Cassie, no quieres asustarla..." Le susurro su consciencia, a la cual solo pudo reaccionar segundos después, volviendo a observar a la joven cuando sus mejillas hubieran quedado menos coloridas. —Te juro que no veía nada...— Susurro, aunque luego volviendo a sonrojarse, poniendo la tipica mueca de dolor y risa que se aplica cada vez que se dice algo realmente incomodo, al pensar en que eso solo la dejaba en peor posición, pensando en si la contraria la habría escuchado. Suspiro, intentando explicar todas las tonterías que había dicho en pocos momentos, resumiendo todo lo que sucedía en su interior. —Lo siento por... Dudar de tu existencia, creo que tuve un deja vu, o algún sueño, no estoy segura... No es que sueñe contigo todas las noches, claro que no...— Explico, mintiendo descaradamente sobre sus sueños, sin sentir como sus mejillas no bajaban el sonrojo, al volver a pensar, en que había tenido ilusiones con su compañera. Y no solo su compañera, sino con la chica que básicamente vivía a su lado. ¿Había escuchado Cherrie los constantes ruidos de la habitación de la peliazul? Música, la misma joven tocando la guitarra, disparos de videojuegos, realmente, la peliazul en su habitación, liberaba todas sus tensiones... Incluso sus llantos, los cuales esperaba que la contraria no hubiera escuchado. "Cálmate, terca, responde a su saludo ¿Acaso debo decirte todo lo que debes hacer?" Exclamo la vocecita de su interior, a lo cual la joven rápidamente, tomo la mano de la contraria, aunque sin pensar en el saludo, simplemente, pensando en la calidez de su piel, y la calidez interior que le daba el saber que no estaba soñando. —Ow, por cierto, llámame Cassie, Cassandra suena muy formal.— Dijo, esta vez sonriendo tímidamente, sacando un pequeño paquete de galletas de su bolso, dejándolo sobre la mesa, incitando a la contraria en el caso de que tuviera hambre. Realmente, su bolso estaba hecho para todo.

Se llevo ambas manos hacia su cabello, sonriendo tiernamente ante el cumplido por su cabello.—Siempre me gusto llevar un color llamativo en mis cabellos... Tu cabello se ve suave, y bonito.— Soltó una risita nerviosa, dejando una de las manos sobre la mesa, mientras que con la otra seguía revolviendo sus propios cabellos.—Esto... ¿Que se siente vivir al lado de una niña como yo? Espero nunca haberte molestado el sueño o algo parecido.— La joven se mordió el labio inferior, algo preocupada de ya haber traumatizado a su compañera con los constantes ruidos de su "Cueva" —A todo esto, estando junto a mi cuarto, deberías pasar a "visitarme" en algún momento... ¡O podríamos salir a algún lugar!— Exclamo, dándose cuenta luego de unos segundos lo rara que había sonado, aunque solo sintiendo sus mejillas de mismo color carmesí, sin poder esta vez apartar la mirada de los ojos de la contraria.
Estaba cautivada por la belleza de su compañera, y realmente, le asustaba el saber porque.

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