Fabiola D. de Lera #ID

Por encima de todo es una persona decidida y directa. Sabe lo que quiere y como conseguirlo. Poco le puede llegar a importar lo que le digan los demás porque... ¿acaso hay algo erroneo en la perfección? Sí, también se cree perfecta. O incluso más porque se exije a sí misma mucho. Quiere sacar todo su potencial a relucir, no por tener algo que demostrar, simplemente para que los demás vean de qué madera está hecha. Por supuesto ese rasgo no deja atrás la innata competividad que ronda por sus venas. Es una ganadora y lo sabe. Tiene una mente muy abierta, pero a la vez sabe que las cosas se hacen bien a la primera porque odia perder el tiempo. Es demasiado valioso para malgastarlo en tonterías que no aportan nada, siquiera diversión alguna. Desconfía de la gente, pues en muchas ocasiones sabe que no todo lo que reluce es oro. Es muy leal cuando le has demostrado que eres "persona" y no un zombie más de la sociedad. En sí, y a primera vista, dirías que es alguien con madurez y sentido común a la par que completamente sincera.

La relación con sus amigos es muy variada. Es muy protectora con sus amistades, ya que piensa que son algo importante para ella, ya sea para utilizarlas en un futuro o simplemente porque su compañía resulta más grata de lo que pudiera parecer. Hay gente con la que cruzaría dos o tres palabras y otra con la que saldría a tomar algo. Sabe que hay personas para todo y que ella no es la chica que va a pararse a escuchar con mucha atención los problemas de los demás porque, siendo sincera, ya tiene suficiente con los suyos propios como para ir haciendo obras de caridad.

Los pocos que pueden considerarse sus mejores amigos saben que es una persona leal y fiel, tanto a ellos como a sus palabras. Si dice algo, lo cumplirá cueste lo que cueste. Si necesitas ayuda, acudirá sin parar a pensarse en las consecuencias. ¿Por qué? Porque, aunque no todo lo que reluce es oro, en algunas ocasiones sí se puede encontrar un diamante en bruto entre lodo y barro.

Molestarla, aguarle la fiesta o, básicamente joderle los planes es algo que nunca y bajo ningún concepto hay que hacer. Es rencorosa a más no poder y le pone de los nervios que alguien la trate como si no fuese nadie. Cada cosa que le hagas ella te la devolverá multiplicada por mil. Si a ella le ha dolido, a tí te provocará un insoportable sufrimiento. Porque no tiene suficiente con olvidar y perdonar. Es una persona fiera, con carácter y dispuesta a cualquier cosa con tal de barrerte de su vista. La basura a la calle, por favor.

Las relaciones estables no son lo suyo, al igual que tampoco está por buscar a alguien con quien acostarse a cada momento. Es este ámbito es una persona calmada, que sabe que lo bueno se hace esperar y que a veces hay que dar un primer paso para disfrutarlo. No es detallista ni cursi, no va con ella. Seguirá diciendo las cosas de frente y de forma tajante, por lo que su chico tendrá que apegarse con las consecuencias.

Nacida en la capital española, Fabiola se ha criado en una bulliciosa ciudad. Su nacimiento trajo mucha alegría al matrimonio formado por Carlos y Teresa y al principio todo era alegría hasta que las cosas se fueron torciendo. No se sabe el motivo exacto por el que Carlos empezó a desentenderse de su primogénita Fabiola, pues si bien no fue un cambio repentino, sucedió de forma muy rápida, dejando a más de uno sorprendido. Por aquel entonces Fabiola no se percataba de aquellos detalles, no. Ella centraba toda su atención en jugar con las muñecas y con las cocinitas que le regalaban por su cumpleaños o en navidad. Creció muy bien y feliz, siendo cuidada con poco cariño, pero de forma educada y acertada. Empezó a desarrollar su personalidad muy de joven. Sus primeros años en la escuela primaria fueron sencillos, nada por lo que preocuparse hasta que llegó ella...

Fabiola no olvidará el momento en que conoció a su hermana adoptada. La cuestión era: ¿De dónde salía aquella mocosilla? Ah, claro, de un orfanato. Al parecer sus padres habían decidido hacer una obra de caridad y adoptarla como su hija, a pesar de poder concebir más hijos y ya tener una. A pesar de que ambas tenían un carácter muy distinto y una edad muy parecida, la pequeña de la casa aceptó de buen grado a su hermana mayor, Fabiola, aunque éste a veces se dedicara a hacerle la vida imposible. Fuese el tiempo o cualquier otra cosa, llegó un punto en que ambas se hicieron inseparables hasta el punto de compartir temores, secretos y planear travesuras. Algo que, a pesar de todo, Fabiola no ha logrado superar de su hermana es el hecho de que su hermana adoptiva tuviera el afecto de su padre y ella no. Pero siempre mira hacia delante y no se preocupa demasiado por ello.

El tiempo fue pasando y después de unos años en primaria vino la secundaria y más tarde la preparatoria. La universidad estaba a la vuelta de la esquina para Fabiola, mientras que a su hermana le quedaba aún un poco más. Lo cierto es que para Fabiola salir de su casa en España e irse a estudiar a Londres por deseos de su madre fue todo un alivio y una nueva vida, lejos de casa. Su primer año en Nightove fue muy bueno y espera que su segundo sea aún mejor.