Pandora Elinne Sparks

Malhablada, provocativa, cinica, agresiva, misteriosa y completamente jodida. Lo primero que debes saber es que le gustan los problemas, el caos y sembrar discordia entre las personas, le divierte la manera en que la vida de las personas se despedaza y no le interesa que las personas la odien por eso. Adora hacer a los demás tan miserables como ella, disfruta del dolor ajeno y no tiene escrúpulos ni remordimientos. Le gusta ser una observadora ajena en los juegos, muchas veces destruyéndolo todo para su propia satisfacción, ya sea por venganza o aburrimiento. Utiliza el más mínimo problema para mover las cosas a su favor y crear una tormenta en un vaso con agua. Impulsiva, piensa que las cosas tomaran el rumbo correcto por si solas, tal vez no todo para bien pero sin duda todo pasara, esa es la razón principal por la cual no hace planes, aun así posee un ingenio para la improvisación que la salva en la mayoría de las ocasiones. Toma decisiones guiándose por su instinto, algunas veces incluso lo deja a la suerte. Pesimista, no solo ve el vaso medio vació sino que además se empeña en romperlo, tiende a imaginar el peor escenario posible ya que cree que eso es apegarse a la realidad.

Continuamente su actitud le trae problemas con las personas, en especial con las que son cercanas a ella ya que Panda no permite que nadie se adentre demasiado, así es más fácil para ella y para todos ya que no debe preocuparse por alguna otra persona. Su temperamento es explosivo e impredecible, nunca sabes como va a reaccionar, normalmente se debate entre la burla e indiferencia, aunque reserva la primera para las personas que valen la pena. Egoísta, siempre vera primero por si misma sin importarle sobre quien tenga que pasar, cree en la supervivencia del más fuerte y que el fin justifica los medios. Es orgullosa, algunos dirían que demasiado, puede encerrarse en la miseria eterna con tal de no traicionarse a si misma, también es terca, si algo se le mete en la cabeza es casi imposible que la hagas cambiar de opinión. Si reconoce que está equivocada no la hagas repetirlo porque se dará la media vuelta. Le es casi imposible decir la verdad, mentir es algo que con el tiempo se ha convertido en algo normal para ella y ahora lo hace casi por inercia.

Es alguien sencillo a quien no le preocupa demasiado el dinero o los lujos, pero a pesar de eso le gusta sentirse admirada por la gente; adora destacar, especialmente sobre el escenario. Es vanidosa, no lo dudes ni un segundo, sumamente narcisista, puede pasar horas frente al espejo admirándose y en ocasiones buscando defectos. La peor cosa que puedes hacerle es intentar manipularla u ordenarle que haga algo, porque si no se lo pides de una buena manera simple y sencillamente no lo hará. Altanera, a menos que seas una de las pocas personas cercanas en su vida solo conocerás una faceta de ella, la perra arrogante que adora el sarcasmo y siempre mantiene la cabeza en alto.

La mayoría del tiempo no posee la capacidad de expresar un cariño excesivo hacia las demás personas, sin embargo suele ser agradable con quienes le caen bien, aunque pocos conocen esa parte de ella. Es desinhibida y no teme hablar las cosas de frente, tiene una sonrisa burlesca pintada en el rostro que rara vez desaparece. Astuta y competitiva, por lo tanto siempre busca buenas relaciones con aquellos a quienes podría necesitar algún día, incluso aunque no le guste, un gesto bastante hipócrita pero sumamente necesario. Quiere ser la mejor y no le importa el precio que tenga que pagar. La amistad es un terreno difícil, no confía en las personas ni espera que confíen en ella. Pandora suele atacarte por la espalda si la situación lo requiere aunque aparenta confianza para conseguir las armas necesarias, le gusta intercambiar secretos y es bastante curiosa. Con ella nunca sabes cuando está mintiendo o si esa sonrisa es por satisfacción o sarcasmo. Es un misterio. Si te ganaste su odio no dudes que intentara algo para hacerte sufrir, inclusive cuando todo parezca estar en orden. Es bastante vengativa y muy rencorosa. Disfruta el sufrimiento de sus enemigos, y toma de los demás lo que necesita sin preocuparse para después desecharlos como si de basura se trataran, sin importarle el daño que pueda causarles.

Finalmente, es insegura aunque pocas veces lo demuestre, se presiona demasiado para conseguir lo que quiere y continuamente se dice a si misma que no es lo suficientemente buena. No sabe manejar el rechazo y tiene una necesidad de cariño que casi nunca saca a relucir, se siente sola en el mundo y es por eso que busca desesperadamente la admiración de los demás, pero contradictoriamente tiene miedo a dejarse embargar por aquel sentimiento y volverse débil. Muy en el fondo espera que las personas se preocupen por ella y le asusta ser solo un pasatiempo o que sus sentimientos no sean correspondidos.

Le gustan las relaciones informales, si involucra sentimientos de por medio opta por terminarlo al instante. Muchas veces se divierte seduciendo a los chicos que la tienen fuera de su alcance, incluyendo al hombre de los helados, pero si ellos intentan acercarse les regala una mueca de asco. Masoquista y posesiva, porque puede ser una relación que se limita a lo físico pero en el momento en que pone la vista en ti no le gusta que nadie más lo haga.

Nacida en Sheffield, Inglaterra, segunda hija de un matrimonio joven y exitoso, su madre era una heredera que acababa de obtener acceso a su fideicomiso, su padre encabezaba los candidatos para convertirse en un miembro del parlamento ingles. Se conocieron en su juventud, ambos estudiaron en la misma universidad, y se reencontraron en una cena, al volver a verse retomaron la relación que habían tenido, once meses después estaban frente al altar. Le tomó tres años a Elliot venir al mundo, dos años después llegó Pandora. Al principio la consentían en todo, al fin y al cabo era la bebé más adorable y junto a su madre había encabezado la portada de varias revistas al venderse la exclusiva por un alto precio. Dos años después tenía aquella tierna edad en la que los niños no pueden verse más lindos, la llevaban a las calles vistiendo adorables vestidos rosas con fotógrafos siguiéndolos. Aquel espectáculo le costó el acenso a su padre. Conforme crecía su madre la inscribió en diversas clases, esperando que siguiera sus pasos y comenzó a cambiar su actitud con ella, portándose cada vez más distante mientras que Elliot recibía sus atenciones. Sin embargo no estaba sola, seguía siendo la consentida de su padre.


La situación se volvía complicada, sus padres apenas se veían y peleaban constantemente, en especial por el futuro de sus hijos. Pandora tenía una forma bastante especial de canalizar su frustración hacia la impotencia que sentía, se quedaba callada por días. Aquella crisis apuntaba a un divorcio pero sus padres insistían en permanecer unidos a causa de su posición social, su madre presionaba cada vez más a Pandora, sus actividades extracurriculares eran bastante impresionantes pero era un gran peso sobre una niña de nueve años, apenas dormía por estudiar para sus exámenes, al salir de la escuela debía tomar una hora de idiomas, otra de artes escénicas, una de canto y finalmente equitación. Todo hasta el momento en el cual ella se rehusó. Elinne esperaba que su hija fuera femenina y callada, una perfecta señorita de sociedad pero ella estaba harta de la presion que ejercían, así que optó por un cambio brusco en su actitud.

Se volvió mucho más solitaria, la altanería se convirtió en una fachada perfecta para ocultar su soledad interior y poco a poco se tragó la mentira. Su madre continuaba presionándola pero esta vez solo la comparaba con su perfecta hermana y le hablaba de lo decepcionada que estaba de ella, aunque Pandora no lo aparentara aquello le dolía y seguía buscando la aceptación de su familia. Su padre la reñía bastante por su actitud rebelde hasta que su relación se volvió cada vez más distante, finalmente llegó él día en que él le dijo que nunca sería lo suficientemente buena para ser considerada su hija y ella respondió diciendo que desearía verlo muerto. Esa misma noche tuvo un accidente de auto. Pandora nunca pudo despedirse pues su madre le prohibió la entrada al hospital. Eso marcó a la castaña de por vida, se tiñó el cabello de un tono morado artificial y prácticamente se dejó perder, el alcohol y las drogas representaban un escape. Continuaba con el teatro porque era algo que le encantaba pero no dejaba de escuchar la voz en su cabeza que repetía una y otra vez la frase de su padre. Fue protagonista de numerosos escándalos en los que la prensa la atrapaba de fiesta hasta el amanecer o saliendo con personas de mala reputación. En aquel momento su madre le puso un alto, tuvieron una gran pelea, ella trataba de hacerle entender que ponía en vergüenza a la familia, al final y tras muchos insultos su padre la abofeteó, Panda le regresó el golpe y ella la echó de casa.

A partir de ese momento fue considerada la oveja negra de su familia, esperó hasta graduarse y se mudó a una universidad lejana. 
Una vez en la universidad desafió las creencias que tenía hasta aquel momento respecto a la soledad, le permitió la entrada a múltiples personas a su vida y aquello la volvió loca. Recayó en su adicción a la cocaína y la situación alcanzó un estado critico cuando arroyó a un estudiante mientras conducía drogada. Su madre llamó a sus abuelos paternos y utilizó su influencia en el gobierno para borrar el incidente, fue enviada a un centro de rehabilitación absurdamente sobrepagado para evitar el escándalo y nunca se levantaron cargos en su contra, de hecho nadie excepto ella y su familia conocen sobre el tema. Volvió a Nightove al terminar el programa de rehabilitación.