Nephania L. Morgan

Neph es algo difícil de explicar. Se enfurruña fácilmente y nada le gusta más que las cosas salgan a la perfección. Siempre y cuando eso sea lo que a ella le conviene. Si no, se cabrea y le cojen rabietas de niña pequeña. Es seria y profesional en cuanto a su trabajo, pero a veces, los alumnos consiguen sacarla de si y volverse tan rebelde como ellos. Las ciencias le pirran, desde siempre se le han dado bien, aunque por un momento pensó la posibilidad de meterse en la casa de las letras. Después de pasar un año se dió cuenta de que esa casa no estaba hecha para alguien como ella, y que más le valía meterse a donde le gustaba y se le daba realmente bien. Le gusta divertirse, y no es la típica enfermera que se observa y asiente. No, ella hace reir a sus pacientes mientras les atiende. De cualquier otro modo, no te conviene tomarle el pelo, ella sabrás si estás mintiendo con tu supuesta enfermedad y si es así, vas mal, te tendrá fichado y mirará que las proximas veces que vayas sea realmente porque te encuentras mal. Pese a eso, jamás hablaría con los profesores para avisarles de la conducta, no le gusta inmiscuirse en esos asuntos. Vigila con ella, es buena pero no idiota. Si quieres conquistarla dale una flor, si quieres divertirte simplemente díselo. Bastante sociable, pero vengativa y rencorosa, si eres su amiga y le haces algo malo, siempre lo recordará e intentará vengarse de ti hasta tener la balanza equilibrada.

Nephania nació un caluroso día de primavera, en un hospital del centro de Londres. Ese día fue el más feliz de la familia Morgan. Vivía en una casa bien acomodada, con bastantes lujos, pero sin pasarse. Cuando tenía nueve años, Phania rompió el jarrón favorito de su padre bailando. Su madre al verlo, la riñó, y sin que su padre se diera cuenta, compró otro igual, su padre jamás llegó a saberlo. En un internado, pasó los mejores años de su vida como adolescente. Hacía amigos sin parar, se metía en líos constantemente, amante de las fiestas. Después, al ver que le encataban los animales decidió que sería una estupenda veterinaria, pero un año después aquel idiota de profesor que le daba biología le rompió sus esperanzas mostrandole como de aburrida era y que a ella eso no le iba. Así pues decidió estudiar enfermería, pues si que le gustaba realmene. Acabó esa carrera con matrículas, algo que si hubiera cogido veterinaria no le hubiera ocurrido. Estubo buscando trabajo, cuando se enteró por un viejo amigo que Nightove tenía un puesto vacante. Inmediatamente se dirigió hacia la universidad a solicitar su lugar y empezó a atender a los alumnos como buena enfermera que era junto con Chris, el doctor.