Roy Atkins Mustang

Muchos dirían que es alguien completamente detestable, que suele ganarse fácilmente odio de la gente, y la mayoría de las veces también la envidia de la gente. Es despiadado, cruel, hiriente, irónico, sarcástico, alguien que no te gustaría cruzarte en un mal día, y en un buen día tampoco. Por como se crío, en medio de la raleza y todo lo que esto implica, es demasiado egocéntrico y ególatra, pensando que todo el resto de las personas son inferiores. Es demasiado serio y cínico, calculador, le gusta mucho analizar a las personas, siempre piensa antes de hablar y no crea lazos afectivos de ningún nivel, sobre todo con las mujeres, piensa que estas solo sirven para complacerte en lo básico (sexo puro), ninguna vale la pena como para enamorarte. Nunca escucharas una palabra dulce de sus labios, odia el romanticismo y a las mujeres patéticas que mendigan cariño; no tiene tiempo para perder en cursilería. Puede llegar a ser grosero, maleducado y patán, no tiene aprecio por muchas cosas y le vale muy poco lo que piensen los demás.

Roy nació en el seno de la familia más importante y de mayor jerarquía en todo Luxemburgo, es hijo del Gran Duque de Luxemburgo Frederick Atkins y su esposa Louise Mustang. Fue criado más que por ellos por los sirvientes del palacio, ellos lo cuidaron desde que era un bebe, su padre y su madre siempre estaban ocupados para atender al pequeño, que inauguraciones, viajes, reuniones parlamentarias, citas de protocolo, etc. Desde joven fui criado con todos los lujos, pero también con todas las exigencias, ya que a diferencia de un niño normal tenía desde ya sus cortos seis años de edad clases de modales, inglés, francés, alemán, español, y muchas cosas más. Fue un niño brillante desde joven, pero también por todos los cuidados y las diferencias fue muy solitario ya desde su infancia, sin tener ningún amigo de verdad.

Siempre fue muy altanero y soberbio, algo que no se pudo evitar después de la forma en que lo trataban y le remarcaban constantemente que era mejor al resto, que nadie se comparaba con él. Fue un alumno excelente en la escuela y todo lo que hacía, se esforzaba como ninguno para ser el mejor y superar a todos, desde joven ya era completamente competitivo. Solo tuvo un amigo y compañero, alguien a quien aprecio por un tiempo, su fiel compañero Athos, un san Bernardo que crío desde su nacimiento, cuando se lo entregaron como su compañero a sus 6 años. Cuando termino la secundaria, fue cuando su único compañero llego al final de su camino, muriendo a los pocos días de su graduación del colegio. Junto con Athos también sepulto todo su aprecio por alguien y cariño, volviéndose completamente frío y desalmado, para algunos un ser despreciable. Gracias a su amigo guarda cierto respeto por los animales, en particular los perros, respetándolos y valorándolos hasta más que a muchas personas.

Comenzó a estudiar en su país Ciencias Políticas, para estar lo mejor capacitado posible para cuando tenga que asumir en el trono de Luxemburgo, y porque es lo que siempre le gusto y apasiono. Todo iba bien según sus planes, pero nunca tuvo en cuenta que sus padres tenían planes propios para él, planes que no pudo evitar. Para terminar de completar la sociedad e instalación de una gran empresa mundial, el Gran Duque Frederick no tuvo mejor idea que comprometer a su hijo con la hija de los dueños de la empresa. Cuando Roy se enteró de esto ya era demasiado tarde, y se había anunciado el compromiso a todo el mundo, festejando la unión definitiva del país con la empresa. Por sus principios y su forma de ser, nunca rompería su palabra por más que la hayan dado otros, como en este casi sus padres, por lo que no podía terminar el compromiso. Para hacer todo más creíble, tuvo que viajar a Inglaterra a un pueblito a estudiar, para estar junto a su futura esposa y prometida. Desde el primer momento no se pueden ni ver, se detestan pero tienen que estar juntos y aparentar delante de todo el mundo que son la pareja perfecta, aunque en las sombras las cosas son muy distintas. Y este es el presente de Roy, viviendo en un aburrido y patético pueblo para sostener esta gran pantomima mientras termina su carrera y de a poco se acerca el casamiento.